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lunes, 11 de junio de 2007

Un dia cualquiera

En perpetuo silencio
están las personas del metro.
Soportando su pesado aire,
el calor asfixiante.
Unos que otros cruzan sus miradas
buscando vacío
buscando camaradas,
una risita loca
o alguna aventura loca.
Suben y bajan a cada estación
y parece que estos hombres
no tuvieran emoción.
Automáticamente
todo “ordenado”,
es la vida normal,
el promedio de lo que pasa todos los días,
sin embargo, se escucha un grito
¡ Es una mujer!
Todos la observamos:
“ ese huevon me agarro el poto”-dice.
Entonces miramos al agresor,
es un viejito
con cara traviesa
rostro enjuto
con cogote de almeja
“¿ porque hizo eso?”
el viejo no contesta
pone los ojos blancos
y comienza a tiritar,
¡Tiene convulsiones!
como si quisiera bailar.
No se puede caer
el metro esta lleno
y no cabe ni un alfiler.
La gente se comienza a desesperar,
el metro para
y al viejo tratan de sacar.
Yo lo veo afuera
cuando el metro comienza a avanzar.
“Estación Las Rejas”
yo me tengo que bajar,
para tomar micro
y a mi casa llegar,
para así poder descansar.

El Apocalipsis

I
Los peces vuelan en el aire
y las vacas nadan en el mar.
La revolución se ha desatado,
la gente se volvió loca.
Parece que llego el Apocalipsis.
El cielo esta verde,
el mar blanco,
los hombres son madres
y las mujeres padres.
¿ Que paso?
¿ Porque se ha llegado a esto?
La verdad no la se,
pero las personas caminan con las manos
y tienen sexo por la nariz.
Todo esta muy raro por acá,
estamos viviendo una vida de locos
llenas de superfluos hábitos,
generando conflictos,
ya nose que más decir,
mientras veo a juanito defecar por la boca
y a María tener su menstruación por la nariz
yo me iré a orinar por ahí.

II
El picaflor agita sus alas
a mil kilómetros por hora creo,
o quizás mas,
Es muy rápido,
va en busca de su flor,
esa que le entregue el polen deseado.
Vuela en ese día apocalíptico.
Nublado.
El se ve feliz,
vuela muy rápido,
quiere que lo sigamos,
empezamos todos a volar,
agitamos nuestros brazos,
vamos de flor en flor.
Nos invita hacia el fulgor,
vamos hacia el sol.
El atardecer se ve rojo
y toda la humanidad va en su búsqueda,
vamos llegando al sol
y nos desintegramos,
somos parte de todo,
partículas del viento,
somos dios.

III
Las estrellas me miran
y la luna no esta,
hay un hoyo negro
que nos quiere matar.
Ya absorbió al sol
y la humanidad con frió quedo,
se esta muriendo todo,
las plantas se secan
y las aves caen muertas.
Los humanos aprovechan
las ultimas instancias,
realizan sus aberraciones
como sino tuvieran plancha.
Hacen el amor enajenadamente,
sin embargo, algunos dan énfasis
a realizar su mente.
Corren como locos,
obvio, si se acaba el mundo
y se están muriendo
hasta los inmundos.
Se acaba todo ¡sí!
la gente llora,
pero yo estoy feliz
porque por fin esto
tiene mejora.

La Soledad

El ocio me aburre
y el aburrimiento me tortura.
Solo me acompaña la soledad,
esa amiga inseparable que tengo,
que me apoya en mis momentos de frustración
y en mis alegrías.
Todos los días soporto,
la congoja que me causa,
¡ Pero tengo que decirlo!
en un comienzo su compañía me atormentaba,
pero con el tiempo la he llegado a comprender,
comprendí su silencio melancólico
y la ayuda que me daba,
esa ayuda que siempre necesite
y que yo alguna vez desaproveche.
Esa ayuda que es la nada
pero esta en todo.

El sol ya se escondió,
se ve el ocaso del cielo,
una estrella me comienza a mirar
y yo sigo con la amable soledad.